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viernes, 28 de septiembre de 2018

En la alberca parte 3

. ...Logan

El anterior dueño de su casa prefirió un patio para barbacoa y no una piscina como solían tener la mayoría de las casas en ese lugar y por eso; por la falta de alberca fue que se animó por esa propiedad ya que él no sabía nadar y jamás tuvo la intención de aprender, ahora se lamentaba esa decisión.

—Discúlpame a mí, —le dijo una vez que se sintió seguro en esa esquina, aunque se sintiera como un niño, no le importaba si su vida estaba a salvo—, realmente no recordé que no sabía nadar. Solo fui y regresé aquí atendiendo tú invitación —le explicó intentando sonar tranquilo—. Lo recordé cuando ya estaba hundido hasta el fondo y luchando por sobrevivir —no pudo evitar el sarcasmo y el tono algo desquiciante en su voz debido a los nervios que le daba recordar ese momento.


Cuando Ben soltó una enorme carcajada él no pudo evitar unirse en la risa y ambos estuvieron riendo por un rato hasta que con un suspiro y ya calmados se quedaron en silencio mirándose fijamente. Logan tragó duro cuando vio como Ben se le acerco lentamente, a él curiosamente le pareció que la música de la película “Tiburón” sonaba como fondo mientras Ben, con mirada penetrante, restaba el poco espacio que había entre ellos. 

Casi se atraganta cuando sintió el cuerpo húmedo de Benedict presionarlo contra las baldosas de la piscina y no pudo evitar soltar un suave jadeo al sentir toda esa piel rozando la suya. 

Ben era un hombre grande, ancho y de músculos duros y no solo era eso sino que podía sentir lo excitado que estaba su vecino, como así lo demostraba el duro falo que presionaba en su bajo vientre. Eso hizo tomar nota de ello a su, totalmente escondido por el susto, miembro que ahora pasaba a estar duro en un tiempo récord. Jamás había tenido una erección tan rápido que hasta se sintió mareado, no sabía bien si era porque toda la sangre fue a parar en su miembro drenándole el cerebro o era por la presencia abrumadora de Benedict que lo tenía preso en la más deliciosa lujuria.

Volvió a tragar y se mojó los labios con la seguridad y esperanza que pronto lo besaría. No pudo evitar reír cuando Ben le sonrió, porque más le pareció una mueca que decía “Te voy a almorzar completo” y Logan esperaba que así sea.

«Joder… » Dijo en su mente mientras sentía que le faltaba oxígeno. 

—Me gustas —le confesó Ben con voz ronca—. Siempre me gustaste desde que te vi y ahora no dejaré que te alejes sin antes saber cuánto te deseo —la voz  gruesa de su vecino se habría paso no solo por sus oídos sino también por su piel dejándola toda erizada por el placer, sin contar que esas palabras prometía mucho más de lo que decía.

Logan cerró los ojos y elevó una plegaria a Dios para que lo ayudara a no equivocarse otra vez, con el anterior no había tenido buena experiencia. Por eso, se juró que nunca volvería a tener otro novio y no es que ahora Ben lo sea, pero Dios sabía que lo deseaba en el fondo, se daba cuenta que en su interior había nacido un sentimiento de enamoramiento por su vecino que si no tenía cuidado estaba seguro que se convertiría en algo mucho más fuerte y profundo. 
Él deseaba pertenecer a alguien, saber que alguien lo llamara suyo, especialmente que ese alguien sea Benedict quien lo dijera y sienta.

Benedict

Ben estaba en una neblina de éxtasis y pasión que no quería salir de ella. No se había dado cuenta de cuanto había estado deseando al joven que ahora temblaba en sus brazos, pero él necesitaba más, mucho más. Por eso comenzó a trazar con sus manos todo el cuerpo de Logan haciendo que su boca se abra por la satisfacción. 

Sonrió ante su reacción natural ante sus caricias y siguió fascinado por ver como se moldeaba a él con la danza en la que lo tenía sumergido, una danza erótica de placer al sentir su tacto. Ben se concentró en sus acciones y en cómo estas influenciaron en las expresiones del chico que ahora le estaba quitando no solo el aliento sino también el corazón.  Así de rápido, así de inexplicable. 

Sí, Logan estaba intentando robarle su corazón, un corazón que le daría gustoso perder si él estaba dispuesto a cuidarlo y proteger, así como él haría lo mismo con el de él. Cursi pero totalmente cierto.

Mientras averiguaba la extensión de lo que estaba sintiendo, disfrutaría de Logan tanto como pudiera y esperaba que él tuviera la misma intensión porque sabía que esta no sería la única vez que lo tendría. Sin pensar más comenzó con sus caderas a moverlas formando pequeños círculos en el cuerpo de su vecino, frotándose y disfrutando de ambas durezas. Ellos ya estaban agitados como el agua a su alrededor que se movía al compás que impuso Ben al restregarse contra el cuerpo de logan.

—Te voy a joder tan duro que lo que salga de tu pene no será semen sino tu cerebro derretido por el placer que sentirás. —Ben no supo qué fue lo que lo llevó a decir tal cosa pero lo dicho, dicho estaba y él pensaba cumplirlo a cabalidad.


Logan

Logan abrió los ojos grandes ante las sucias palabras que dijo su vecino y para su horror y satisfacción le gustaron y rogó porque lo dicho sea verdad; aunque en este momento no lo podía poner en duda, ya que el poco raciocinio que tenía estaba a punto de quedar inutilizado debido a las caricias que estaba recibiendo. Cada centímetro de su cuerpo estaba siendo tratado con especial esmero tanto así que no podía dejar de gemir al punto de querer ser tomado duro y rápido, lo lento y calmado vendrían después, al menos eso esperaba Logan que sucediera. 

No pudo evitar la protesta que salió de su boca cuando sintió que Ben se alejaba de él. Logan estaba ansioso por seguir y cuando iba a acercarse a él sin importar que no supiera nadar, apreció la ropa de baño de Ben flotando entre los dos. Logan estaban hechizado en cómo había aparecido la prenda entre ambos y cómo ahora se balanceaba sobre el agua. 

De pronto Ben lo besó.

« ¿En qué momento fue que se acercó?» alcanzó a preguntarse con la última neurona que le funcionaba. 

Sin embargo no lo supo. 

En un momento estaba viendo la ropa flotar y al siguiente tenía a Ben saqueando su boca haciendo que su lengua entrara sin pedir permiso. Como un dueño que entra a su casa y toma posesión de lo que es suyo sin reservas ni pedir autorización, saqueó toda su boca sacándole gemidos que no pensó nunca que un beso lograría hacer. 

Ahora estaba aún más ansioso porque esto llegue aún más lejos.

Esa lengua envenenada de placer recorría toda su cavidad dejándole saber que todo lo que tocaba era suyo. Juró que hasta la sintió en la parte de atrás de su garganta, al menos eso le pareció, pero quizás era que ese beso le estaba gustando demasiado y ya sabía que se volvería adicto a los labios de Benedict.

Para ese rato ya estaba jadeando y rogando por más, mientras Ben mordía sus labios como si fueran su maldita comida, seguro que le sacaría sangre si seguía así; pero otra vez, se encontró que le gustaba que fuera rudo. Jamás estuvo con alguien que lo tomara como si fuera suyo porque así era como se sentía en ese momento, suyo. 

Benedict

Después de unos mordiscos más y de lamer aquellos deliciosos labios torturados, Ben lo volteó sin decirle nada y pasó sus manos por la espalda de su caliente vecino. Su cuerpo era delicioso y el solo acariciarlo le estaban quitando el aliento, él necesitaba más, mucho más que solo caricias y besos.

Por eso sus manos llegaron a la cintura y se abrieron paso hacia el culo de Logan haciendo que este se estremeciera; Ben siguió hasta que bajó el pantalón corto que él tenía puesto, sonrió al ver como su pronto a ser amante, hacía hasta lo imposible para quitárselo. Cuando estaba totalmente desnudo frente a sus ojos, se detuvo un momento para admirar su espalda y con la mano ir palpando aquello que pronto sería totalmente suyo.

Sonrió ante lo que vendría en este preciso momento, sin otro pensamiento más se hundió totalmente en el agua.


Logan

Estaba jadeando y no por el esfuerzo por quitarse el maldito pantalón sino que sentir las manos de Ben sobre su cuerpo lo hacía sentirse totalmente presa de sensaciones que le quitaban la cordura. Pero no estuvo preparado para lo que vino al sujetarle firme de las caderas y después lo que sintió en su entrada que le terminó por quitar el aire. 

Intentó mirar atrás pero Ben no estaba, mientras otro escalofrío y otra vez esa deliciosa sensación en su culo hizo que casi gritara del éxtasis. 

« ¿Qué diablos le estaba haciendo Ben? » se preguntó sin una gota de racionamiento en su cerebro.

Le tomó un par de segundo darse cuenta que Ben le estaba dando un beso negro, lo que casi lo derrite literalmente. El momento fue demasiado corto pero no tuvo tiempo a reclamar nada porque casi al instante sintió un dedo invasor que lo conquistaba, ese dígito entró hasta lo más profundo de él haciéndole gemir. No le incomodó sino más bien le gustó y se vio empujando sus caderas hacia atrás pidiendo más, en su espalda pudo sentir los labios de Ben recorrerlo por completo mientras iba ganando espacio en su entrada. No sabía que le gustaba más, si los dedos o la lengua de su vecino.

Tres dedos estaban entrando y saliendo de su cuerpo en ese instante mientras los dientes de Ben estaban haciendo maravillas en su piel. De pronto sintió el abandono de los dedos aunque fue por un tiempo casi imperceptible. Ahora sentía la cabeza de hongo del pene de Ben abriéndose paso dentro de él y no paró hasta que estuvo hasta la raíz. 

Ambos estaban en ese momento jadeando y hablando incoherencias hasta que poco a poco Ben comenzó a azotar el trasero de Logan con largas embestidas de sus caderas. El agua iba y venía mientras que ambos tomaban ritmo y mientras uno penetraba el otro se masturbaba moviendo las caderas al compás del sonido del chapoteo del agua.
»continúa...


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